jueves, 6 de octubre de 2011

¿Qué pasará ahora con el consumo?

Jorge Ramos
¿Se mantendrá el consumo cuando los principales motores del consumo (en estos momentos los trabajadores con sueldo fijo, los funcionarios, médicos, maestros,(...), decidan recortar gastos al ver disminuidos sus ingresos? ¿Tendremos inflación o tendremos deflación? ¿Van los responsables políticos de todas las administraciones públicas a seguir esperando sin tomas medidas como si todo se fuese a resolver solo?

Sin circulante, las empresas no tienen liquidez, sin liquidez se ven obligadas a acudir a su entidad bancaria para abrir una línea de crédito, y sin que los bancos les concedan dichas líneas de crédito se ven abocadas a un proceso que, pasando por los expedientes de regulación de empleo culminan, finalmente, en muchos casos, en la presenciación de recursos de acreedores. De nuevo, nos encontramos ante un enrevesado Nudo Gordiano. Parece ser, según cuentan los historiadores, que Alejandro Magno supo encontrar la forma de deshacer su propio Nudo Gordiano. ¿Quién cortará ahora este Nudo Gordiano que atenaza nuestra economía?
 
Nadie le pone el cascabel al gato y cuando un problema no se resuelve puede convertirse en endémico. La morosidad aumenta de forma exponencial. El circulante es la sangre del sistema económico de un país y desde hace algunos años el sistema económico español está sufriendo una hemorragia interminable. Imaginemos por un momento que en el servicio de Urgencias de un hospital atendiesen a un accidentado con fuerte hemorragia suministrándole aspirinas para el dolor de cabeza cuando lo que necesita es una transfusión urgente para no perder la vida, así ocurre ahora a las empresas, urgen transfusiones/créditos para tener circulante/sangre y sobrevivir.

La solución más urgente y prioritaria es, sin duda, que se cumpla con rigidez la Ley de lucha contra la morosidad y que ésta norma, además, cuente con un reglamento sancionador porque en estos momentos no lo tiene, y una ley que no sanciona su incumplimiento se convierte en papel mojado. Y claro, con los autónomos sometidos a este proceso, las micropymes contra las cuerdas y sin circulante, el consumo se mantiene prácticamente por los trabajadores con sueldo fijo. Pero veamos que puede ocurrir ahora. Muchos de ellos, y me refiero concretamente a los empleados públicos, funcionarios de las distintas administraciones, ayuntamientos, autonomías, centros educativos, centros sanitarios, ven ahora cómo la crisis ha llegado hasta ellos y si no cambia la situación pronto pasarán a engrosar la larga lista de ciudadanos españoles con importante pérdida de poder adquisitivo.

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